Dicen Fiscalía busca probar acusación presos Felabel con policías y sin pruebas
Santo Domingo DN.-
El Tercer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional que preside la
magistrada Natividad De los Santos continuó ayer conociendo el juicio
que se le sigue a cuatro dirigentes del Frente Estudiantil de Liberación
Amín Abel (FELABEL) quienes son procesados por supuesta vinculación con
la muerte del coronel Julián Suárez Cordero, en esta oportunidad el
Ministerio Público presentó cuatro testigos, todos ellos miembros de la
Policía Nacional.
La audiencia inició pasadas las 11:00 de la mañana, con más de dos horas de retraso por la ausencia de los fiscales, siendo el oficial Margaro Cristino De la Cruz, capitán de la Policía Nacional, el primero en ser llamado a atestiguar ante el tribunal.
El Capitán De la Cruz dijo que apresó al imputado Eddy Yovany Bonilla, quien tenía orden de arresto tras la muerte del coronel Suárez, quien hizo entrega voluntaria de una pistola 9mm que poseía de manera legal, correspondiendo ésta a la prueba material No. 38 del Auto de Apertura a Juicio, que conjuntamente con la prueba documental No. 28 (Acta de Entrega del arma de Bonilla), fueron depositadas en el tribunal en calidad de “elemento de prueba” por el fiscal Dante Castillo.
Cuestionado por el Dr. Tomás Castro, abogado de la defensa, acerca de que si como dice el documento autenticado, el arma depositada como prueba había sido utilizada en la muerte del coronel Suárez, el capitán Margaro De la Cruz dijo que sí, que fue usada en la acción en que murió el oficial policial.
Se recuerda que en la audiencia anterior, el coronel Justino Rodríguez, testigo y víctima en el presente proceso, dijo que un casquillo y munición supuestamente obtenidos tras la agresión en su contra, que fue en un escenario distinto a donde resultó ultimado el coronel Suárez, pero coincidente en el tiempo, al ser analizados coinciden con el arma de Bonilla Cabrera, pero contra dichas pruebas, el abogado de la defensa José German, hizo formal objeción que está pendiente de fallo por parte del tribunal.
Luego fue llamada a atestiguar Lucy maría Brito Corporán, teniente de la Policía Nacional y encargada de Balística Forense en la institución, fue objetada que declarara en calidad de perito, por lo que lo hico como testigo, tal como fue presentada por el Ministerio Público en el Auto de Apertura de Juicio.
La teniente Brito Corporán no aportó no pudo ofrecer ningún testimonio, porque no estuvo en el lugar de los hechos, y ni siquiera supo decir el nombre del coronel Suárez Cordero, limitándose a autenticar el informe de balística, correspondiente a la prueba documental No. 29, que fue incorporado al juicio, al ser entregado por el Ministerio Público al tribunal.
El Dr. Tomás Castro le señaló al tribunal que dos oficiales habían hechos dos pruebas de balísticas y entregado dos informes, “con resultados parecidos, pero no iguales”, lo que fue corroborado por la teniente Corporán. La oficial dijo además que su trabajo es la realización de pruebas, por lo que no fue a la escena del crimen.
El tercer testigo del día y el No. 12 presentado por el Ministerio Público, fue el coronel Rafael Pineda Núñez, quien no declaró absolutamente nada, sorprendentemente el Ministerio Público ni los abogados de las víctimas le hicieron preguntas, razón por la que tampoco correspondió el cuestionamiento de la defensa.
“Un testigo que el Ministerio Público trae a declarar y que luego no le hace preguntas ni dice nada, tiene una sola lógica: la acusación es mentira”, dijo el Dr. Castro, tras retirarse el testigo, sin que expresara nada al tribunal.
Por último fue llamado el capitán Manzueta, el testigo número 13 del listado de 20 ofertado por el Ministerio Público, quien labora en la Policía Preventiva.
El oficial policial dijo que el 23 de abril de 2013 se encontraba en la segunda puerta de la UASD, en la calle Correa y Cidrón, enviado allí por informaciones de inteligencia de que ocurrirían protestas en las inmediaciones de la UASD.
El capitán Eddy Bienvenido Manzueta Vásquez dijo que siendo las 11:30, un grupo de unos 15 salió a protestar, pero que inmediatamente los dispersó lanzándoles dos bombas lacrimógenas, tomando entonces el grupo rumbo a la tercera puerta de la UASD, donde se encontraba el coronel Justino Rodríguez, a quien se comunicó para advertirle que tomara la previsión de lugar.
Manzueta Vásquez afirmó que no pudo distinguir a quienes protestaban por que tenían capuchas verde o negras; que se enteró de la muerte del coronel Suárez más de una hora después, por la televisión y que el lugar donde fue ultimado el oficial policial (la Av. Tiradentes don calle José Contreras), queda a 25 minutos de la segunda puerta de la UASD, donde se encontraba él.
Quizás debido a que Manzueta no señaló a ninguno de los acusados como responsable de los hechos que se les imputa, como tampoco corroboró la acusación del Ministerio Público ni aportó ningún elemento contradictorio, la defensa no hizo pregunta alguna.
El Dr. Adonay Encarnación Guillandeaux, abogado de la defensa, resaltó que la Fiscalía busca aprobar la acusación contra los dirigentes del Felabel sin pruebas materiales que los vincule al hecho y sin testigo oculares que tenga calidad y credibilidad.
“No tienen pruebas alguna contra los imputados en el caso del coronel Suárez. Tampoco los testigos son de calidad: de 12 testigos que ha presentado el Ministerio Público, 10 de ellos son oficiales de la Policía, que no estuvieron en el lugar en que fue ultimado el coronel Suárez Cordero; un fiscal que realizó un allanamiento y el joven José Benzant, también cuestionado porque mintió al tribunal y todo apunta a que negoció con la Fiscalía declarar en contra de los dirigentes del FELABEL a cambio de impunidad”, sostuvo rl Dr. Guillandeaux
Pasadas las 3:00 de la tarde fue llamado el oficial de la Policía Nacional Miguel Polanco, el testigo número 14 del Ministerio Público en el presente proceso, quien no se encontraba presente, por lo que el fiscal Dante Castillo pidió un receso para tratar de ubicarlo, pero el tribunal decidió recesar hasta este martes 3 de junio, a las 10:00 de la mañana, cuando la parte acusadora deberá presentar los siete testigo restantes y que aparecen en el Auto de Apertura a Juicio.
La audiencia inició pasadas las 11:00 de la mañana, con más de dos horas de retraso por la ausencia de los fiscales, siendo el oficial Margaro Cristino De la Cruz, capitán de la Policía Nacional, el primero en ser llamado a atestiguar ante el tribunal.
El Capitán De la Cruz dijo que apresó al imputado Eddy Yovany Bonilla, quien tenía orden de arresto tras la muerte del coronel Suárez, quien hizo entrega voluntaria de una pistola 9mm que poseía de manera legal, correspondiendo ésta a la prueba material No. 38 del Auto de Apertura a Juicio, que conjuntamente con la prueba documental No. 28 (Acta de Entrega del arma de Bonilla), fueron depositadas en el tribunal en calidad de “elemento de prueba” por el fiscal Dante Castillo.
Cuestionado por el Dr. Tomás Castro, abogado de la defensa, acerca de que si como dice el documento autenticado, el arma depositada como prueba había sido utilizada en la muerte del coronel Suárez, el capitán Margaro De la Cruz dijo que sí, que fue usada en la acción en que murió el oficial policial.
Se recuerda que en la audiencia anterior, el coronel Justino Rodríguez, testigo y víctima en el presente proceso, dijo que un casquillo y munición supuestamente obtenidos tras la agresión en su contra, que fue en un escenario distinto a donde resultó ultimado el coronel Suárez, pero coincidente en el tiempo, al ser analizados coinciden con el arma de Bonilla Cabrera, pero contra dichas pruebas, el abogado de la defensa José German, hizo formal objeción que está pendiente de fallo por parte del tribunal.
Luego fue llamada a atestiguar Lucy maría Brito Corporán, teniente de la Policía Nacional y encargada de Balística Forense en la institución, fue objetada que declarara en calidad de perito, por lo que lo hico como testigo, tal como fue presentada por el Ministerio Público en el Auto de Apertura de Juicio.
La teniente Brito Corporán no aportó no pudo ofrecer ningún testimonio, porque no estuvo en el lugar de los hechos, y ni siquiera supo decir el nombre del coronel Suárez Cordero, limitándose a autenticar el informe de balística, correspondiente a la prueba documental No. 29, que fue incorporado al juicio, al ser entregado por el Ministerio Público al tribunal.
El Dr. Tomás Castro le señaló al tribunal que dos oficiales habían hechos dos pruebas de balísticas y entregado dos informes, “con resultados parecidos, pero no iguales”, lo que fue corroborado por la teniente Corporán. La oficial dijo además que su trabajo es la realización de pruebas, por lo que no fue a la escena del crimen.
El tercer testigo del día y el No. 12 presentado por el Ministerio Público, fue el coronel Rafael Pineda Núñez, quien no declaró absolutamente nada, sorprendentemente el Ministerio Público ni los abogados de las víctimas le hicieron preguntas, razón por la que tampoco correspondió el cuestionamiento de la defensa.
“Un testigo que el Ministerio Público trae a declarar y que luego no le hace preguntas ni dice nada, tiene una sola lógica: la acusación es mentira”, dijo el Dr. Castro, tras retirarse el testigo, sin que expresara nada al tribunal.
Por último fue llamado el capitán Manzueta, el testigo número 13 del listado de 20 ofertado por el Ministerio Público, quien labora en la Policía Preventiva.
El oficial policial dijo que el 23 de abril de 2013 se encontraba en la segunda puerta de la UASD, en la calle Correa y Cidrón, enviado allí por informaciones de inteligencia de que ocurrirían protestas en las inmediaciones de la UASD.
El capitán Eddy Bienvenido Manzueta Vásquez dijo que siendo las 11:30, un grupo de unos 15 salió a protestar, pero que inmediatamente los dispersó lanzándoles dos bombas lacrimógenas, tomando entonces el grupo rumbo a la tercera puerta de la UASD, donde se encontraba el coronel Justino Rodríguez, a quien se comunicó para advertirle que tomara la previsión de lugar.
Manzueta Vásquez afirmó que no pudo distinguir a quienes protestaban por que tenían capuchas verde o negras; que se enteró de la muerte del coronel Suárez más de una hora después, por la televisión y que el lugar donde fue ultimado el oficial policial (la Av. Tiradentes don calle José Contreras), queda a 25 minutos de la segunda puerta de la UASD, donde se encontraba él.
Quizás debido a que Manzueta no señaló a ninguno de los acusados como responsable de los hechos que se les imputa, como tampoco corroboró la acusación del Ministerio Público ni aportó ningún elemento contradictorio, la defensa no hizo pregunta alguna.
El Dr. Adonay Encarnación Guillandeaux, abogado de la defensa, resaltó que la Fiscalía busca aprobar la acusación contra los dirigentes del Felabel sin pruebas materiales que los vincule al hecho y sin testigo oculares que tenga calidad y credibilidad.
“No tienen pruebas alguna contra los imputados en el caso del coronel Suárez. Tampoco los testigos son de calidad: de 12 testigos que ha presentado el Ministerio Público, 10 de ellos son oficiales de la Policía, que no estuvieron en el lugar en que fue ultimado el coronel Suárez Cordero; un fiscal que realizó un allanamiento y el joven José Benzant, también cuestionado porque mintió al tribunal y todo apunta a que negoció con la Fiscalía declarar en contra de los dirigentes del FELABEL a cambio de impunidad”, sostuvo rl Dr. Guillandeaux
Pasadas las 3:00 de la tarde fue llamado el oficial de la Policía Nacional Miguel Polanco, el testigo número 14 del Ministerio Público en el presente proceso, quien no se encontraba presente, por lo que el fiscal Dante Castillo pidió un receso para tratar de ubicarlo, pero el tribunal decidió recesar hasta este martes 3 de junio, a las 10:00 de la mañana, cuando la parte acusadora deberá presentar los siete testigo restantes y que aparecen en el Auto de Apertura a Juicio.
Comentarios
Publicar un comentario